lunes, 23 de noviembre de 2009

¿Por qué no me traes del cajón
los restos amarillentos de un amor?
y la declaración
de que tuve corazón
que me lo han quitado

No apuesto dos pastillas a pensar
que casi se me va la vida
ser suicida es
una vocación
que siempre termina mal
como amar
como un barco de petróleo.

Intenté confiar, intenté desconfiar
y tenté a la locura
yo no puedo darte seguridad
le dije a mi reina
y mató al rey.

A los ecos prefiero las voces
de las bocas visibles o en papel
doné sangre a las palabras
y las palabras en mi venas
estallan de siete a diez.

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