lunes, 1 de febrero de 2010

Nadie te va a querer explicar lo que es difícil de decir. Un arroyo recorre el mismo camino cada día.

¿Alguien citaría la inutilidad de una acción sí en el abanico de las posibilidades no se encontrara el triunfo? Tal vez sí, hay tanta gente en el mundo. Una mosca zumba contra el vidrio. No hay certidumbre tal con otra persona, las personas son raras, todas. Tal vez por eso las monjas se casan con Dios.

Nadie quiere aceptar el rechazo y en seres tan inestables como los humanos es fácil inventarse posibilidades de aceptación, en eso se basa la autoayuda. El cura dice que hay personas malas y personas buenas, el escritor de libros de autoayuda también, la televisión también pero pocas veces aciertan.

Pero realmente da casi igual que se acepte o se niegue, el mundo sigue andando, el escritor de autoayuda sigue escribiendo, el cura sigue amenazando, las monjas se siguen casando con Dios, las moscas zumban contra los vidrios y el arroyo sigue recorriendo el mismo camino cada día.

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