domingo, 16 de mayo de 2010

Extraño sería que los perros
ladrasen a la luna
que sin motor y tan mal redonda
anda en un silencio dictador.
No amanecen los faroles,
ni la luz de la heladera
dame las llaves de tu auto
mirá como arranco los pétalos de tu amor.
Malditos cochecitos que arrastran parejas
malditos trajes, malditas viejas.

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