La reina tiene poca concentración, cambia de juego en mitad de partidas, modifica algunas reglas, invierte otras y hasta sigue jugando luego del fin del juego.
Muchos se quejan, todos se quejan. "Es imposible jugar así", "No tiene ninguna lógica", "¡Yo no juego más!".
Pero algunos filósofos creen que en realidad la reina ha desarrollado el juego perfecto, un juego que no simplifica el universo a reglas básicas. Los contadores de historias aseguran, después de haber oído a los filósofos, que quien entienda el juego entenderá el universo. Por su lado, los místicos, luego de escuchar a los contadores de historias, proclaman que quien entienda el juego tendrá dicha y salvación, que ellos lo habían decifrado y que por solo unas monedas contarían sus secretos.
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