viernes, 23 de julio de 2010

Vientos

Una ventana, una ventana en un rompecabezas, una hermosa ventana. Hermosa como las cosas que no pertenecen al mundo divino. En esa ventana, en ese hueco, entra solamente la vida. La noche puede caer solo donde no está, como lo primordial para una nube es su capacidad de no estar donde estará. Cualquier idea es porque no fue, la capacidad de ausencia es tan importante como su presencia. Los vientos y sus presiones, las mareas y las lunas, el corazón y la sangre. Así también lo será para el resto del mundo que pase por dos ojos, por millones de neuronas, por impulsos eléctricos, reacciones químicas que también residen en la importancia de no ser y luego ser.
Así es como tu increíble capacidad de ausentarte me hace ilusionar más con una llegada casi inevitable.

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