Mis lentos pasos de prosa y los cortos saltos de poesía
no sirven
para encontrarte. Porque no estás en el tiempo ni el espacio.
Que quede sentado que respeto a todas las dimensiones, cada una con sus virtudes. Pero que no deje de levantarse al momento de gritar, a decir, o pensar, o pensar en sueños, o soñar, que los sentimientos ahí están, como la planta y la semilla.
Quiero decir que todo existe y existe tanto y tan contundente que nos hace dudar de nuestro existir. Mire, yo no soy exigente, con existir dos horas por día me contento. Pero eso sí, dos horas bien existidas, con su tiempo, espacio, materia y sentimientos. No dejemos el pensar afuera por más obvio. Uno puede andar ahí por ahí con una dimensión o dos, creyendo que no le falta nada más, pero sin creer ni dejar de hacerlo.
Entran en conflicto las dimensiones por los ascensos a sobredimensión. Pero peor son los que dejan caer sus dimensiones y se olvidan de existir en ciertos planos, y como cualquiera sabe, perder planos es aplanarse. Perdemos nuestro espacio, perdemos nuestra materia, perdemos nuestro tiempo, nuestro pensar y el nuestro sentimiento de vivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario