Explicamos el reptar de las palomas, el sentar enfrentados a los amantes, las divisiones políticas, las fallas geográficas, el cortar el agua con una cuchara.
Los niños no entienden nada, nunca lo hacen. Estúpidos, estúpidos chicos. Cómo no los van a cargar, cómo no van a ser pinocho y el quedado, si los pasan por arriba. ¿Cuándo van a salir?
El mar sigue allá cerca respirando las olas en su nirvana, las montañas miran, melancólicas observan la belleza del mundo con una lágrima eterna en su pecho y el cielo, el cielo corre, corre siempre corre y tiene la concentración del viento, del pensamiento puro y el corazón claro, la locura de la certeza y el mundo, el mundo ronronea confiado de que todo sea.
Los libros no se esperan.
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