Saltarle con los tapones a la intención para que salten los tapones de la intensidad, darle intensidad a la espera, aceitar el limón y caerle de lleno al chismerío.
Abrir las ventanas aunque haga frío, que se meta el río si para eso está, que salga el lloro. Decir "no tomo" y tomar luego. Acomodarnos los dedos, peinarnos el cielo, mirarnos ciegos pero sin lentes de descanso. No culpar al chancho ni matar al mensajero. Dejar de contar con los dedos de tu mano. Donar el mundo dado, no salir más por la ventana. Hundirme de corazón el último barco donde estás a salvo, vos y todos mis salvavidas.
1 comentario:
Inspirador. Rebeca
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