jueves, 22 de mayo de 2008
fool
El medio del mar, el desierto, la estepa, lugares donde perderse es fácil si esto es posible. Esa pequeña ruptura entre desorientado y perdido. En la primer luna puede que un “allá está el oriente” nos saque de este estado, pero si ya estamos perdidos el oriente o cualquiera sea el punto nos sonará a lenguaje de fantasmas. Cuando uno está a bordo de la balsa de Caronte está perdido, al igual que en un avión si este no aterrizara jamás. En los momentos más lucidos, como extraviados (otra del grupo), atravesamos hilos por estos lugares que cercamos por precaución, marcamos una línea en una hoja inmensamente inmaculada, como un chico que con un palito saca abejas del agua. Siempre tendremos el sol y la luna, el amor y los narcóticos, la ilusión y la fantasía.
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