jueves, 24 de abril de 2008

Mundo 152, donde el Principito no llegó.

Bien sería un planeta muy pequeño y con la misma población de gallos que el planeta tierra. Se aprecia una constante ola sonora de cantos que varían de un pianissimo a un fortissimo. Los sordos son capaces de poner cualquier reloj en la hora exacta, si es que vivieran en este planeta. Los días de por sí serían más cortos que los de la tierra, la gente duerme menos y están más malhumorados, dado que las cosas buenas no respetan horarios, mientras que las malas suelen tener una puntualidad excesiva.

2 comentarios:

CRONOPIA dijo...

Llego impuntual.
Creo.

Hipertimia dijo...

Genial. En mi planeta todavía quedan sus huellas, pero hay que saber buscarlas...

Saludo.