Un día dejamos de decir feliz e infeliz, un año desapareció el loco y el cuerdo, en un semestre entró en peligro de extinción el sano y el enfermo, en una hora cayó el fracaso y el éxito, y en el último minuto quedó la víctima y el culpable.
Pero la infeliz de mi vecina, salió a gritarnos como una loca que somos unos enfermos, como si ella no fuera una fracasada. Con gente así no avanza la humanidad.
3 comentarios:
De qué se lo acusa?
El texto es genial. Sí.
me gusta la unión de cuestiones generales "de la vida" digamos (?) con lo terrenal de la situación con la vecina.
Excelente.
Publicar un comentario