Pasa que en las terrazas aterrizan las tasas y alguien dice que vienen los ovnis, y que ve marcianos cuando lo único que hay son enanos, una especie de lagartija y gusanos.
Pasa, sin embargo que nada tiene vida salvo unas pocas cosas, y entonces "¿ por qué ese farol me ilumina con asco?" pregunta una loca devenida en científica. Una menta devenida en dentrífico, una playa devenida en avenida y un ser humano devenido en yo.
La luna es la comida de los pobres diablos. El farol es un pájaro terrible. Pero nada vive, nadie nos mira, a nadie le interesa tus pobladas calles vacias.
2 comentarios:
Me gustan sus devenires. Vea.
Esa sensación es la que nos permite mirar para adentro y descubrir a ese ser que pocos se atreven a encarar: uno mismo.
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