Meteoritos andantes ¿Quién los acusaría de restos? Las cosas que decaen y brillan. Restos. Un cohete va a la luna y vuelve, todo el mundo viaja para volver, digo todo el mundo porque los meteoritos no. Los meteoritos solo van y por eso brillan. La pata de una hormiga, media pared destrozada, un loco extraviado, papelitos en el césped; restos, el meteorito no.
Todos de chicos fuimos una célula, eso no nos hace resto. Tampoco nos hace meteoritos. Un papel de caramelo guardado deja de ser resto. Hasta de ser tirado encontraría una nueva hermandad en "la basura", aunque sean todos restos. Sería más justo quemarlos, y no por su menor contaminación y menor costo para la ciudad, sino para que brillan, para el humo, alma de todos los restos en la tierra.
Los alquimistas de las sensaciones se preguntan hace siglos "¿Cómo nacer? ¿Cómo no ser un resto?" y tal vez eso pensaba el último de ellos al estrellarse contra un surtidor de nafta, tal vez, tal vez no; quizás descubría que su auto andaba con restos fósiles generados por el choque de un meteorito, un meteorito que quiso reintegrarse a un planeta para dejar de ser resto.
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