¿Alguien puede afirmar que las palomas no son felices sin tener que levantar el tono de voz?
La estupidez de poder darse cuenta de unas pocas cosas en el universo y recordarlas nos hace desorientar.
El hecho de tener un sistema de comunicación complejo, desarrollado amplificado, nos hace sentir que nuestro rugido es más fuerte, lo que nos hace más grandes.
¿Por qué no creer en el amor de las tortugas si nos haría mejor a todos? Hemos salido a la búsqueda de algo y olvidado qué era a mitad de camino. Pero seguimos; confundidos. Ahora vamos aturdidos por no parar a mirar, no detrás sino dentro.
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