sábado, 24 de agosto de 2013

Perder al enemigo

La guerrilla ya había tomado toda la zona oeste de la Isla y sabía que sería cuestión de tiempo. Corrió rodeando la montaña, había unos árboles a doscientos metros de ahí, los había visto el tercer día después del desembarco. Se quitó su uniforme para no ser reconocido, siguió con una musculosa, unos shorts y unas ojotas que llevaba en la mochila, metió su uniforme en la mochila para abandonarla. El sol lo estaba asando, sentía latir las orejas. Se puso bajo un minúsculo árbol y buscó en su mochila el protector solar. Sentía un alivio de los cielos al ponerse esa crema fresca en la cara, ni siquiera la tocaba con la mano para no calentarla. Una vez que sintió toda su cara fresca, tomó un poco de agua que le quedaba, caliente, un agua que parecía desaparecer apenas cruzado la línea de sus dientes y que hacía un ruido estrepitoso al llegar al estómago. Se levantó pesadamente y siguió recorriendo la montaña, no veía esos putos árboles por ningún lado, la cabeza le latía y veía las sombras como rojas, ¿qué mierda hacía pensando en el color de las sombras? autodiagnosticándose. Vio los árboles, por fin los árboles, casi al mismo tiempo que vio que había guerrilleros en ellos. Ya estaba rodeado, la pistola la llevaba en la espalda, ajustada en el short. La sacó, llegó a sacarla antes de caer al suelo. Disparó unos cuantos tiros y se cayó al piso, escuchó las descargas del enemigo que levantaban la tierra hecha polvo y se adhería al protector solar caliente en sus cachetes, sentía arder otra vez su nariz y sus pómulos huesudos al sol. También sintió terror antes o después de apoyar la punta de la pistola en su pecho. Tenía aún dos balas pero con gatillar una vez alcanzó.

***

- ¿Qué mierda es esto que nos ha disparado y se ha matado? No parece un guerrillero.
- No, si parece un puto payaso.
- Anótalo como guerrillero abatido en lucha y lo cobramos.
- Vale, pero parece un puto payaso.

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