sábado, 4 de enero de 2014

Paliarquía

Chesterton decía que:

Admiramos a las personas por motivos, pero las amamos sin motivos.
En realidad debió decir algo parecido en inglés.* Entiendo lo admirable de entender los grandes pensadores, de interpretar a los grandes compositores, de cualquier destreza física, pero yo le reconozco más mérito a mis ex que me amaron.

No, no era el tema del título lo último, pero está bien recordar las cosas buenas. Hablando de eso, el título, Pali es de nuevo o repetición y arquía es forma de poder. No existe la palabra y entiendo por qué, siento que me cae una maldición por formarla.

No voy a analizar la fuerza de la repetición porque Deleuze, además porque no quiero. Me entretiene mucho más Leo Masliah que dice:

La sensación de repetición depende mucho de cuáles son las cosas sobre las que tiene centrada su atención el oyente. ¿Los Rolling Stones se repiten mucho por el hecho de estar prácticamente todas su canciones en el mismo compás? ¿Mozart se repite mucho por estar compuestas todas sus obras en un número muy restringido de tonalidades, y también por haber compuesto toda su música en tres o cuatro compases, como prácticamente todos los compositores europeos de los siglos dieciocho y diecinueve? Hay un libro de un jazzista, Mark Levine, donde él dice que desde el punto de vista del jazz, toda la música clásica europea es “minimista”, o “minimalista”, porque utiliza un repertorio mínimo de acordes, en comparación con los que hay en el jazz. Del mismo modo, desde el punto de vista de la música del romanticismo y de gran parte de la que se llama “contemporánea”, el jazz puede ser una cosa muy repetitiva, porque hay millones de temas que se tocan durante mucho rato sin cambiar de matiz. ¿Uno se repite por presentarse en público siempre con la misma cara? En cierto modo, indudablemente, sí. Siempre hay repetición y no repetición. El asunto es dónde pone su atención el oyente. Aunque en esta época la mayor parte del público parece necesitada de un grado muy alto de repetición de ciertas cosas por ejemplo rítmicas, y de instrumentación. Hay muchos géneros donde las variaciones en estas cosas son mínimas, de un tema a otro. Los Beatles, por ejemplo, si surgieran ahora, si tocaran ahora por primera vez, no podrían entrar en ninguna de las categorías del rock o de la música pop, porque cambian demasiado de instrumentos y de ritmos, de una canción a otra.

Ahora que pienso, esto parece la segunda parte del tema Cansancio. Nos movemos entre repeticiones y alteraciones como entre cansancio y la ansiedad. Cito a Sabina porque lo escuché ayer:

  
Más vale que no tengas que elegir
entre el olvido y la memoria,
entre la nieve y el sudor.
Será mejor que aprendas a vivir
sobre la línea divisoria
que va del tedio a la pasión.


Las razones por las que admiramos se pueden repetir, las razones por las que amamos no. Uno puede pensar como Heráclito o como Nietzsche, sobre la repetición o no de las cosas, es que realmente no importa mucho la novedad, está, nos gusta, nos atosiga, pero ya estamos demasiado aburridos o estresados cuando estamos en esa lógica. La vida, el amor, se da dentro de otros esquemas o por fuera de todos. Por eso es pedante analizar el amor, perdón Bauman y Fromm, o la vida.


El amor es como la cinta adhesiva es muy bueno para hacer dos cosas uno, pero al igual que la cinta adhesiva el amor a veces se rompe antes de que hayas terminado. Otra forma de que el amor es similar a la cinta adhesiva es que a veces es difícil ver el final, buscás en el rollo, seguís buscando en el rollo con la uña, otra vez y una vez y otra vez.


*Claro, dijo:  we admire things with reasons, but love them without reasons.

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