jueves, 15 de mayo de 2014

Las historias del señor Gómez

Les dejo lo poco que escribí. Perdón.

PONER EL CUERPO

I
-Me voy volando - dijo el señor Gómez.
Primero se le fue la mano con el brazo, luego se le voló la pierna izquierda y por último el tronco con la pierna y el brazo restante.

II

Aparece un cuerpo mutilado tomando sol en la costa, nadie se detiene a verlo. Empieza en el cuello, sigue en el tronco y está hasta las manos, nadie lo reconoce como el señor Gómez, no tiene pies ni cabeza pero espera que con el tiempo libre se le regeneren.


III

El señor Gómez come sin levantar la cara del plato. -Me tengo que ir volando - Dice. Su cabeza hace un esfuerzo por andar, rueda, cae al piso y golpea contra los pies en la tierra. Unos brazos la levantan,  es su jefe que sacudiéndolo le dice – No le va a quedar otra que sentar cabeza, Gómez.


IV

Los pies del señor Gómez patean su cabeza de casa al trabajo, es lo que hay de Gómez. Él rodaje y el dolor de cabeza constante no le permiten pensar. Si no, tal vez pensaría qué fue, en verdad, de sus piernas, pero algo dentro de él lo excusa y le dice que su vida siempre fue así, que siempre tuvo piernas cortas.





A LA MIERDA CON EL TRABAJO

El señor Gómez vuelve a su despacho en el área de química de la Policía. Su trabajo es buscar la mierda de otros para llevarlos a juicio. A él no le importa una mierda, piensa que es algo pasajero, que un día tendrá otro trabajo que no sea un trabajo de mierda ni nada relacionado. Pero la verdad es que es muy bueno en su trabajo, su jefe siempre lo destaca y lo felicita diciendo que él nació para la mierda.


PARA SIEMPRE


El señor Gómez tenía una esposa modelo. Un día la encontró con otro modelo. El juez le dijo que tenía que darle la mitad de todo. El señor Gómez se encargó de dividir todo exactamente en partes iguales, esa fue la última vez que se lo vio partir a su casa.

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