lunes, 28 de abril de 2014

Rota en su propio eje

Hay un juicio
con juez, con testigo
con víctima, con acusado
fiscal, abogados
si gira un poco
hay casas de chapa
una señora lava
en un barro regado
por partes de nada
el movimiento innatural
un auto brillante
en su interior son felices
dos personas en dos asientos
en su interior están confundidos
en línea recta
hay un entierro
recuerda la muerte
que no es justa
con las caras de
lo vivo que llora
que dios en su infinita gloria
se quedó dormido
no se sabe cómo
hay una fiesta en una guerra
entonces los tiros
un niño muerto casi duerme
sobre una torta de cumpleaños
ya ni la muerte
ni dios
ni justicia
corrido de ahí
una pareja se pelea
en japonés o chino
están en una calle lumínica
me gustaría raspar sus gestos
para ver el cariño todavía
equilibrar con algo al niño
pero el mundo sigue
hay pescadores milenios
el mar tan eterno
el pez que lucha
¿qué infierno esconde
el aire que vivimos?
al girar casi choca
con un edificio finito
de 18 humanos
18 comiendo solos
cada uno en su encierro
a metros
un comedor
donde se ríen fuerte
ni se escucha el ruido
de los pechos
no tiene camino
pero hay un bosque
de árboles, un árbol
se llama ecuquén o algo
verde, grande, maduro
se parece a la conciencia
del mundo entero
navegando el espacio
prendido al centro
de la tierra
después de todo sigue ahí
no saber si espera
o sabe todo
si siguiera hoy hay
una chica ahoga su llanto
un mar de lápidas
entre otras personas
que no miran
si no lo pienso
no sé qué son
los restos de árboles y personas
bajo el suelo.

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